Sesión de fotografía publicitaria para Coca-Cola Signature Mixers
Lifestyle
Sesión de fotografía lifestyle para Thunder Bitch, el licor que está revolucionando las noches españolas en los últimos tiempos. Su secreto, la combinación explosiva del whisky canadiense de la más alta calidad mezclado con un toque de canela y otro de chili.
Si hay un lugar en el que esta bebida distribuida por Grupo Zamora ha calado hondo entre los jóvenes, ese es el madrileño barrio de Malasaña. Y es que Thunder Bitch se dirige a personas transgresoras, libres y que disfrutan haciendo lo que más les gusta sin importarles lo que el resto piense de ellas.
Como reza la página web de esta bebida “hemos llegado para quedarnos, para reinar en la noche, en la fiesta y en los garitos más oscuros de la ciudad”. Por todo ello, el verdadero reto en esta sesión de fotografía lifestyle era captar la esencia de una generación rebelde que no está dispuesta a dejar que nadie decida por ella.
Para plasmar en este reportaje como fotógrafo de bebidas el espíritu de irreverencia y libertad de los consumidores de Thunder Bitch hemos apostado por un juego de luces y sombras. El neón se hace protagonista en forma de coloridos intensos y haces de luz que aportan la intensidad y la fuerza necesarias con las que representar la rebeldía de la juventud.
A través tonalidades rojizas y una composición que refleja claramente la estética del ocio más actual, con toques vintage e industriales, esta sesión de fotografía lifestyle tiene como modelo a la figura femenina como emblema de empoderamiento y de libertad.
Según cuenta la leyenda, durante la ley seca este whisky era el preferido de las mafias de Chicago. Hoy lo es de toda una generación. Entre ellos, los mayores representantes de Thunder Bitch son influencers dentro de la cultura urbana: grafiteros, DJs…
Ha sido un placer realizar este trabajo como fotógrafo de marcas en una campaña que va mucho más allá de un reportaje de bebidas: se trata de la representación del sentimiento de rebeldía y de liberación de nuestra juventud. Brindemos por ellos: ¡larga vida a Thunder Bitch!